¿Cómo se moja la vagina?

Mojarse no es sólo una parte esencial del sexo, sino también una de las más divertidas. Todas las mujeres cis saben (y sienten) cuando ocurre, pero la mayoría de nosotras no sabemos mucho sobre lo que realmente ocurre abajo. Pero si alguna vez te has preguntado «¿Por qué me mojo cuando estoy excitada?», ha llegado el momento de echar un vistazo a la anatomía. (No en el sentido de «sostener un espejo de mano en el baño», pero no dudes en intentarlo). Además, todos somos diferentes. ¿Cómo podemos facilitar el proceso si somos más secas o producimos mucho líquido de forma natural? Aquí hay un curso intensivo sobre la lubricación vaginal.

OK, así que todos sabemos cuando nos estamos mojando, y ciertamente sabemos cuando no. Pero, ¿qué es lo que realmente ocurre cuando las cosas se ponen resbaladizas ahí abajo? La lubricación vaginal es provocada por la sangre que fluye hacia los genitales durante la excitación. Este fluido procede de la glándula de Bartolino, situada entre la vagina y la vulva. Es diferente del flujo vaginal que forma parte del ciclo normal, pero probablemente lo hayas notado, porque es mucho más resbaladizo y se extiende más fácilmente. Las cualidades del flujo varían enormemente de una persona a otra, y en cada una de ellas puede cambiar en función de sus hormonas, sus emociones… su día, en realidad. Lo veremos más adelante.

¿Qué causa la lubricación?

La lubricación vaginal se produce cuando estás excitada. Eso no es ciencia de cohetes. Pero lo importante es que la lubricación está relacionada con la frecuencia y la duración de la excitación. Así que si te excitas con facilidad o piensas con frecuencia en el sexo hasta el punto de excitarte un poco, probablemente estarás más mojada de forma natural. Si no te excitas tan a menudo o tan fácilmente, es posible que tengas que dedicar un poco de tiempo a la etapa de los juegos preliminares para llegar a ese punto. Más juegos preliminares son siempre mejores juegos preliminares.

¿Qué es lo normal?

En primer lugar, permíteme decir que no hay una cantidad correcta de humedad a conseguir. Es fácil acomplejarse por esto, y ciertamente he preguntado a algún compañero si creía que mi humedad era normal. Pero la verdad es que no hay nada normal. Algunas mujeres nunca producen mucha lubricación natural y necesitan usar lubricante sintético, mientras que otras pueden producir tanta que realmente puede reducir la sensación. El abanico de posibilidades es enorme, y dondequiera que te encuentres está bien. Varía en función de los niveles hormonales -especialmente de los estrógenos- e incluso de aspectos como el estado de ánimo. Hay muchas maneras de ayudarnos a estar más excitados y lubricados, pero en su mayor parte, tenemos que trabajar con la predisposición de nuestro cuerpo.

¿Necesitas un poco de ayuda?

Si eres naturalmente del lado más seco, puedes intentar más juegos previos, como se mencionó anteriormente. Sobre todo ten en cuenta prestar más atención al clítoris, porque eso es como un pequeño imán de sangre. Y siempre puedes utilizar un lubricante sintético. Hay muchos tipos diferentes, y añaden diversión a todos los tipos de sexo, así que pruébalo y ve lo que funciona para ti. Sólo recuerda que, si utilizas preservativos, no uses ningún lubricante con base de petróleo, porque puede corroer el látex y provocar roturas. También puedes probar una crema hidratante vaginal, que es especialmente popular durante la menopausia, ya que los cambios hormonales suelen causar sequedad.

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¿Ya está?

Si te encuentras mojada con facilidad, entonces puedes notar que no hay tanta fricción como te gustaría, y no sientes tanto. No te preocupes: prueba a utilizar un preservativo no lubricado para recuperar parte de esa fricción. Si estáis teniendo sexo hetero, también puede ser útil ceñirse a posiciones en las que sea menos probable que su pene se salga y arruine el momento.

Interesante nota al margen: los estudios parecen mostrar que los hombres sólo muestran el lado físico de la excitación -el aumento del flujo sanguíneo a los genitales- cuando miran algo que les atrae mentalmente. Por lo tanto, los hombres heterosexuales aumentan el flujo sanguíneo al ver porno heterosexual, mientras que los hombres homosexuales responden al porno gay, pero no al porno heterosexual. Sin embargo, un estudio demostró que las mujeres son mucho más sensibles, y que el flujo sanguíneo aumenta no sólo cuando ven porno con el que se identifican, sino también imágenes sexuales que no les excitan mentalmente, como bonobos masturbándose. MONOS QUE SE MASTURBAN. Siento haber arruinado todos vuestros futuros viajes al zoo, pero tenía que compartirlo.

Ahora salid, y aseguraos de poneros absolutamente en remojo…

Imagen: Giphy (2)

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