Cómo nos ayuda el cerebro a tomar buenas decisiones -y las malas-
On octubre 22, 2021 by adminUna teoría predominante en la neurociencia sostiene que las personas toman decisiones basadas en cálculos globales integrados que se producen dentro de la corteza frontal del cerebro.
Sin embargo, investigadores de Yale han descubierto que tres circuitos distintos que se conectan a diferentes regiones del cerebro intervienen en la toma de decisiones buenas, malas y en la determinación de cuáles de esas elecciones pasadas se almacenan en la memoria, informan el 25 de junio en la revista Neuron.
El estudio de la toma de decisiones en ratas puede ayudar a los científicos a encontrar las raíces de los fallos en la toma de decisiones comunes a los trastornos de salud mental, como la adicción, dicen los autores.
«Los cálculos específicos para la toma de decisiones están alterados en los individuos con enfermedades mentales», dijo Jane Taylor, profesora de psiquiatría y autora principal del estudio. «Nuestros resultados sugieren que estas alteraciones pueden estar relacionadas con una disfunción dentro de distintos circuitos neuronales».
Los investigadores utilizaron una nueva herramienta para manipular los circuitos cerebrales de las ratas mientras elegían entre acciones que les llevaban a recibir o no recompensas. Los autores descubrieron que la toma de decisiones no se limita a la corteza frontal orbital, sede del pensamiento de orden superior. En su lugar, los circuitos cerebrales de la corteza frontal orbital que se conectan a regiones cerebrales más profundas realizan tres cálculos diferentes para la toma de decisiones.
«Hay al menos tres procesos individuales que se combinan de forma única para ayudarnos a tomar buenas decisiones», dijo Stephanie Groman, investigadora científica asociada de psiquiatría y autora principal de la investigación.
Groman dice que una analogía sería decidir un restaurante para cenar. Si el restaurante A tiene buena comida, se activa un circuito cerebral. Si la comida es mala, se activa otro circuito. Un tercer circuito registra los recuerdos de la experiencia, buena o mala. Los tres son cruciales para la toma de decisiones, dice Groman.
Por ejemplo, sin el circuito de «buena elección» puede que no se vuelva al restaurante con buena comida y sin el circuito de «mala elección» puede que no se evite el restaurante con mala comida. El tercer circuito de «memoria» es crucial para tomar decisiones como la de volver al restaurante después de recibir una mala comida tras varias buenas.
Las alteraciones de estos circuitos pueden ayudar a explicar un rasgo distintivo de la adicción: por qué las personas siguen tomando decisiones perjudiciales incluso después de repetidas experiencias negativas, dicen los investigadores.
Los investigadores de Yale demostraron previamente que algunos de los mismos cálculos cerebrales estaban alterados en animales que habían tomado metanfetamina.
«Dado que utilizamos una prueba equivalente a las empleadas en los estudios sobre la toma de decisiones en humanos, nuestros hallazgos tienen una relevancia directa para los seres humanos y podrían ayudar en la búsqueda de nuevos tratamientos para el abuso de sustancias en humanos», dijo Groman.
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