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Por Kristin Minto Snowden

Las principales herramientas necesarias para sanar de una crisis son:

• Obtener una mejor comprensión de lo que está sucediendo.
• Recuperar la sensación de seguridad.

Este artículo en varias partes sobre la curación del trauma relacional/de traición explora cómo se pueden establecer y utilizar estas herramientas necesarias. Sin embargo, antes de llegar a esto, es importante entender las muchas facetas del trauma.

Un evento traumático puede definirse vagamente como lo siguiente:

• Cualquier cosa que sobrepase su sistema nervioso
• Cualquier cosa que le pille desprevenido
• Cualquier cosa para la que no se sienta preparado o no sepa cómo manejar
• Cualquier cosa que le haga sentir miedo o impotencia
• Cualquier cosa que le haga sentirse avergonzado
• Cualquier cosa en la que experimente momentos en los que no esté seguro de poder superar el evento
• Cualquier tipo de amenaza real o percibida

¿Algunos de esos descriptores le resuenan cuando está lidiando con su crisis de pareja?

El trauma relacional, también conocido como trauma por traición, es una subcategoría del trauma. El trauma por traición se produce cuando un ser querido de confianza ha estado mintiendo, llevando una doble vida y/o tomando decisiones que le perjudican profundamente. El trauma por traición también puede ocurrir en relaciones en las que hay miedo, abandono o negligencia emocional/física. Las relaciones en las que hay una adicción, infidelidad, abuso emocional o abuso físico son los ejemplos más comunes de trauma por traición. Para obtener más información sobre cómo la traición es traumática, consulte mi artículo anterior en este sitio web.

Otra categoría importante de trauma es el Trastorno de Estrés Postraumático (comúnmente llamado TEPT). El TEPT es una forma complicada de decir que, incluso después de que se haya producido el acontecimiento traumático -si hay un principio y un final para el estímulo «amenazante» (es decir, un accidente de coche, ser asaltado o descubrir que su pareja ha tenido una aventura), puede seguir luchando con síntomas físicos, mentales y emocionales. La duración y la gravedad de los síntomas del TEPT varían mucho de una persona a otra, dependiendo de los antecedentes y de la naturaleza del acontecimiento traumático.

Los criterios del DSM-5 de la Asociación Americana de Psiquiatría para el diagnóstico de TEPT son los siguientes:

• Exposición a la muerte, a la amenaza de muerte, a lesiones graves reales o amenazadas, a la violencia
• Aspecto no deseado, recuerdos perturbadores
• Pesadillas
• Flashbacks
• Afectación emocional tras recordatorios desencadenantes
• Reactividad física tras desencadenantes
• Evitación de estímulos
• Alteración del estado de ánimo: irritabilidad, agresividad, comportamientos arriesgados o destructivos, hipervigilancia, reacción de sobresalto, problemas para dormir

Aunque muchos de los que luchan contra el trauma de la traición no cumplen totalmente los criterios para un diagnóstico de TEPT, puede ser útil entender que incluso después de que la traición haya salido a la luz, puede lidiar con síntomas similares a los del trauma durante semanas, meses o años. Estos síntomas pueden dificultar el funcionamiento, la recuperación de la estabilidad emocional y la sensación de seguridad de nuevo, todo lo cual es imprescindible para sanar y seguir adelante.

La discusión sobre el trauma de la traición, sus síntomas y cómo superarlos y recuperar la sensación de seguridad en su relación continuará en mis próximas publicaciones en este sitio.