Beneficios de la miel y el polen de abeja para la salud

¿Qué es la miel y cómo se utiliza?
El polen de abeja es una mezcla de saliva y néctar (o miel) que se produce cuando las abejas jóvenes se posan en una flor. El polen es transportado de vuelta a la colmena, donde se almacena en el panal de la colmena para fermentar el alimento de la colonia de abejas. En su forma más cruda, la miel se compone de polen de abeja, propóleo de abeja -un compuesto que procede de la savia de los árboles- y un montón de antioxidantes.

Desde hace cientos de años, los antiguos egipcios ofrecían miel a sus dioses. Asimismo, las culturas griega, romana y china la utilizaban con fines medicinales para tratar heridas, fiebres y dolencias estomacales. Hoy en día, la miel se utiliza con fines medicinales y como aditivo alimentario o suplemento nutricional.

¿Qué pasa con la miel procesada?
Los fabricantes de miel suelen pasteurizar la miel cruda antes de venderla, lo que significa que la calientan a altas temperaturas para eliminar las células de la levadura y aumentar la vida útil de la miel. En consecuencia, mucha de la miel comprada en las tiendas tiene menos valor nutricional debido a este proceso.

Independientemente de cómo se procese, la miel sigue conteniendo compuestos saludables como antioxidantes, aminoácidos y vitaminas. Y aunque la miel cruda contiene 16g de azúcar por cucharada, las investigaciones demuestran que sigue siendo una alternativa más saludable que el azúcar de mesa.

¿Cuáles son los beneficios para la salud?
Los estudios sugieren que existen beneficios superpuestos para la salud tanto del polen de abeja como de la miel. Esto no es una sorpresa, ya que el polen de abeja constituye una buena cantidad de miel en su conjunto. He aquí algunos de los principales beneficios respaldados tanto por las filosofías antiguas como por la ciencia moderna:

• Buena fuente de antioxidantes: Los investigadores han descubierto que el consumo de alimentos ricos en antioxidantes puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas como las cardiopatías y la diabetes. Esto incluye las sustancias químicas vegetales que se encuentran en el polen de las abejas y en la miel cruda, que pueden incluir tantos antioxidantes como las frutas y las verduras.
• Antibacteriano y antifúngico natural: La miel contiene naturalmente el antiséptico peróxido de hidrógeno, lo que significa que puede matar las bacterias y los hongos dañinos. Esto significa que la miel puede utilizarse realmente como antibacteriano y antifúngico, dependiendo de las propiedades individuales del producto.
• Agente de curación de heridas: La miel es ácida, lo que significa que puede liberar oxígeno de una herida y promover la curación. Dependiendo de las propiedades específicas de la miel, puede incluso aumentar el tiempo de curación y reducir la infección. La miel de Manuka, originaria de Nueva Zelanda, suele aplicarse directamente sobre cortes o quemaduras leves para ayudar a eliminar los gérmenes y regenerar el tejido. Se desaconseja tratar los cortes con la miel habitual que se compra en las tiendas. En su lugar, busque una alternativa de miel «cruda» en la sección de alimentos saludables de su tienda de comestibles.

Tenga en cuenta que no se recomienda el uso de polen y miel de abeja si tiene algún tipo de alergia a las abejas. También debe desconfiar de los productos etiquetados como «miel pura» o que dicen ser de origen local – a menos que la etiqueta diga «miel cruda», lo más probable es que el producto haya sido pasteurizado.

Ya sea que compre miel cruda o comprada en una tienda, tenga en cuenta que el sabor y la vida útil varían en cada marca y producto. Si está pensando en incorporar la miel o el polen de abeja a su rutina, recuerde hablar con su proveedor antes de hacer cualquier cambio en su dieta.