Asesoramiento sobre el aborto

Resumen

PIP: El asesoramiento sobre el aborto tiene 3 propósitos: 1) ayudar a la solicitante a tomar una decisión sobre el embarazo no deseado, 2) ayudarla a poner en práctica la decisión, y 3) ayudarla a controlar su futura fertilidad. Para lograr el primer objetivo, el uso obligatorio de psiquiatras para probar los trastornos emocionales ha sido insatisfactorio. El asesoramiento debe ser comprensivo y sin prejuicios, independientemente de las circunstancias. Deben suprimirse los sentimientos hostiles del asesor. La solicitante debe ser informada sobre los aspectos físicos y emocionales del procedimiento de aborto. Además, un buen asesoramiento debe apuntar a la prevención futura, determinando las razones del fracaso que causaron el embarazo no deseado. En la selección de consejeros de aborto son importantes las cualidades descritas como rasgos de personalidad. Estos incluyen la empatía, la calidez no posesiva y la autenticidad. Además, se necesita madurez y flexibilidad para permitir que la mujer tome la decisión, especialmente en casos de ambivalencia e incertidumbre. Un programa de la ciudad de Nueva York ha recurrido a consejeras que ellas mismas han abortado. Esta experiencia por sí sola no es suficiente, pero puede ser significativa. El consejero necesita conocimientos básicos de fisiología sexual, psicología y tecnología anticonceptiva. Además, el consejero debe ser capaz de reconocer los signos psiquiátricos prodrómicos de una crisis inminente, y ser capaz de iniciar las medidas de prevención. Los programas de formación varían mucho. Se necesita flexibilidad. La experiencia en el asesoramiento de parejas es importante. La asistencia de un consejero experimentado es útil de forma continua, especialmente para el nuevo consejero. Se necesitan sesiones de grupo y presentaciones didácticas. Obtener la aceptación de la anticoncepción postaborto puede plantear problemas especiales. Los antecedentes de trastornos psiquiátricos previos pueden requerir la remisión a un asesor capacitado. Los fuertes sentimientos religiosos o éticos modifican las actitudes. La mujer no debe sentirse coaccionada. Debe ser capaz de integrar la experiencia de tal manera que se evite una repetición.