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El ex presidente Serzh Sarkisian entra en una sala de justicia, donde comenzó su juicio por malversación de fondos el 25 de febrero (Foto de Armenpress)

YEREVAN (Azatutyun.am)-Casi dos años después de dimitir en medio de protestas masivas contra la continuidad de su gobierno, el ex presidente de Armenia, Serzh Sarkisian, fue juzgado el martes por cargos de corrupción que él rechaza por motivos políticos.

Sarkisian está acusado de dar un trato privilegiado en 2013 a su viejo amigo y empresario Barsegh Barseghyan, lo que costó al Estado 489 millones de drams (algo más de un millón de dólares) en pérdidas. Según las autoridades policiales, se aseguró de que la empresa Flash de Barseghyan ganara una licitación pública para el suministro de gasóleo subvencionado a los agricultores, en lugar de otro importador de combustible que ofrecía un precio más bajo.

Sarkisian está siendo juzgado junto con Barseghyan, el ex ministro de Agricultura Sergo Karapetyan y otros dos ex funcionarios del Ministerio de Agricultura también acusados en el marco de la causa penal. Los cinco sospechosos niegan haber cometido ningún delito.

Los abogados de Sarkisian volvieron a rechazar los cargos de malversación presentados contra él cuando hablaron durante la primera sesión del juicio de alto nivel en un tribunal de distrito de Ereván. Uno de ellos insistió en que se basan en testimonios «contradictorios, increíbles e ilógicos» dados por una sola persona.

El fiscal del juicio, Arsen Martirosyan, lo negó, diciendo que los investigadores reunieron suficientes pruebas para presentar los cargos contra el hombre que gobernó Armenia de 2008 a 2018.
El testimonio incriminatorio previo al juicio fue presuntamente dado por Karapetyan. El exministro fue abucheado por los partidarios del expresidente cuando entró en la sala momentos antes del inicio del juicio. Después se negó a hablar con los periodistas.

Los abogados de la defensa también alegaron numerosas violaciones procesales cometidas por los investigadores. Acusaron a Martirosyan de ser parcial contra su cliente y exigieron su sustitución por otro fiscal. El presidente del tribunal, Vahe Misakyan, aplazó la vista para estudiar la demanda.

Sarkisian, de 65 años, fue recibido por más de 100 simpatizantes que se concentraban ante el edificio del tribunal de distrito cuando llegó a la vista. Dirigiéndose a la pequeña multitud, pareció relacionar el caso contra él con su posición sobre el conflicto de Nagorno-Karabaj.

«Desde los estrados más altos del mundo he declarado periódicamente y repetiré ahora que Nagorno-Karabaj nunca formará parte de Azerbaiyán. Éste ha sido el objetivo supremo de mi vida y me acompañará hasta el final», dijo el ex presidente nacido en Karabaj en un breve discurso que fue recibido con aplausos y cánticos de «¡Presidente!»

En la multitud se encontraban altos cargos del antiguo Partido Republicano de Armenia, aún dirigido por Sarkisian. En un comunicado emitido a primera hora del día, la dirección del Partido Republicano alegó igualmente una conexión entre el juicio y el estado actual del proceso de negociación de Karabaj.

«Con estas medidas, las autoridades pretenden desviar la atención del pueblo armenio de numerosos problemas internos y externos que se agudizan día a día», decía el comunicado.
Los representantes del Partido Republicano de Armenia afirmaron anteriormente que su líder fue acusado a principios de diciembre como represalia por sus críticas públicas al primer ministro Nikol Pashinyan. Los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y los aliados políticos de Pashinyan rechazaron esas declaraciones.