Amor loco de la selva: Quién robó 16 millones de dólares en joyas de Ann Benders en Costa Rica

El 8 de enero de 2010, la Cruz Roja recibió una llamada de emergencia por un estadounidense muerto en Florida de Barú. El conductor de la ambulancia que fue el primero en llegar al lugar describió que entró en el dormitorio de John Bender y vio «un manto de joyas», tanto cortadas como sin cortar, esparcidas por el dormitorio y metidas sin apretar en mochilas: más de 3.000 joyas en total. ¿Qué ha pasado con ellas?

Cuando la policía llegó a la casa de los Bender esa noche, decidió empaquetar las joyas y llevarlas a buen recaudo a las cámaras acorazadas del Banco Central de Costa Rica (BCCR) en San José. Al principio intentaron pesarlas en la balanza de la cocina de los Bender, pero luego desistieron y las metieron en el equipaje de viaje extra de los Bender, más de 100 kilos de joyas, que luego fueron trasladadas en un helicóptero de la policía a San José. Nadie sabía si las joyas habían sido compradas ilegalmente y pasadas de contrabando a Costa Rica, o incluso si eran robadas. Ann Bender fue llevada a la comisaría y fichada como sospechosa de asesinato. Estaba inconsolable.

Ann Bender pasó por tres juicios, acusada de haber matado a su marido aquella noche, pero los tribunales nunca pudieron hacer valer la acusación de asesinato. Cumplió nueve meses de prisión. Ahora está de vuelta en Estados Unidos, pero Costa Rica sigue queriendo que vuelva para un cuarto juicio por asesinato, algo a lo que ella se niega, a pesar de haber dejado atrás una reserva natural, una casa y todas esas joyas. Finalmente, después de diez años, Bender y su equipo legal lograron llegar a un acuerdo con el Tribunal Aduanero Nacional de Ministerio de Hacienda para que le devolvieran las joyas, tras pagar a Costa Rica 1,3 millones de dólares en concepto de impuestos.

Los abogados deAnn pudieron por fin demostrar que ella era la propietaria legal de las joyas, y que fueron compradas legalmente para aumentar su colección personal de gemas, sin irregularidades administrativas ni de inmigración. Fue una batalla judicial de diez años. Las joyas fueron valoradas originalmente en 20 millones de dólares, pero lo que se le devolvió en febrero de 2020, fue valorado en sólo 4,060 millones de dólares, menos la multa de 1,3 millones de dólares a Costa Rica por los impuestos atrasados de las joyas.

Ann tiene un caso legal pendiente propio contra el abogado que ella y su marido John contrataron para ayudarles a encontrar propiedades para combinar para crear su reserva natural, y obtener la residencia legal permanente. Llegaron a Costa Rica en 1998 y se convirtieron en residentes legales como rentistas en 2009. Compraron 306 hectáreas de tierra, 14 fincas y propiedades privadas, y crearon su propio Parque Nacional, llamado Boracayán del Sur. Su abogado fue nombrado administrador del fideicomiso en el que se encontraban todos sus bienes, pero tras la muerte de John se descubrió que, en lugar de estar designados como pertenecientes a Ann, los bienes estaban a nombre del abogado, que se había trasladado a Nicaragua con la mayor parte de su dinero. Ann sigue acusando a su abogado del robo de 39 millones de dólares, y el caso sigue avanzando por el sistema judicial de Costa Rica.

Ann tiene ahora 48 años, y sigue manteniendo su inocencia en la muerte de John Felix Bender. Su caso ha sido calificado como el caso criminal número uno en la historia reciente de Costa Rica. La casa de Boracayán, de 50.000 metros cuadrados, se encuentra solitaria en la selva del sur de Costa Rica, a la espera de alguien que la ame y la cuide tanto como lo hicieron John y Ann Bender durante doce desafiantes años

Sobre la autora :

en 2017, y ya está disponible para su compra en Amazon tanto en edición de bolsillo como en