Alucinaciones y delirios: ¿cuál es la diferencia?

Los delirios son un síntoma de algún trastorno mental, como la esquizofrenia, el trastorno delirante, el trastorno esquizoafectivo y el trastorno esquizofreniforme. Las alucinaciones, en cambio, suelen aparecer sólo en personas con esquizofrenia o un trastorno psicótico.

Delirios

Los delirios son creencias falsas o erróneas que suelen implicar una mala interpretación de las percepciones o experiencias. Su contenido puede incluir una variedad de temas (por ejemplo, persecutorio, referencial, somático, religioso o grandioso).

Los delirios persecutorios son los más comunes; la persona cree que está siendo atormentada, seguida, engañada, espiada o ridiculizada. Los delirios referenciales también son comunes; la persona cree que ciertos gestos, comentarios, pasajes de libros, periódicos, letras de canciones u otras señales del entorno se dirigen específicamente a ella.

La distinción entre un delirio y una idea fuertemente arraigada es a veces difícil de hacer y depende en parte del grado de convicción con el que se mantiene la creencia a pesar de las claras pruebas contradictorias sobre su veracidad.

Aunque los delirios extraños se consideran especialmente característicos de la esquizofrenia, la «extrañeza» puede ser difícil de juzgar, especialmente entre diferentes culturas. Los delirios se consideran extraños si son claramente inverosímiles e incomprensibles y no se derivan de experiencias vitales ordinarias. Un ejemplo de delirio extraño es la creencia de una persona de que un desconocido le ha extirpado los órganos internos y los ha sustituido por los de otra persona sin dejar heridas ni cicatrices. Los delirios que expresan una pérdida de control sobre la mente o el cuerpo se consideran generalmente bizarros; entre ellos se incluye la creencia de una persona de que sus pensamientos han sido arrebatados por alguna fuerza exterior («retirada de pensamientos»), que pensamientos ajenos han sido introducidos en su mente («inserción de pensamientos»), o que su cuerpo o sus acciones están siendo actuados o manipulados por alguna fuerza exterior («delirios de control»).

Un ejemplo de delirio no bizarro es la falsa creencia de una persona de que está siendo vigilada por la policía.

Alucinaciones

Las alucinaciones pueden ocurrir en cualquier modalidad sensorial (por ejemplo, auditiva, visual, olfativa, gustativa y táctil), pero las alucinaciones auditivas son, con mucho, las más comunes. Las alucinaciones auditivas suelen experimentarse como voces, ya sean familiares o no, que se perciben como distintas de los propios pensamientos de la persona.

Las alucinaciones deben producirse en el contexto de un sensorium claro; las que se producen al quedarse dormido (hipnagógicas) o al despertarse (hipnopómpicas) se consideran dentro del rango de la experiencia normal.

Experiencias aisladas de oír el nombre propio o experiencias que carecen de la cualidad de una percepción externa (p. ej, un zumbido en la cabeza) tampoco deben considerarse sintomáticas de esquizofrenia o de cualquier otro trastorno psicótico.

Las alucinaciones pueden ser una parte normal de la experiencia religiosa en ciertos contextos culturales. Ciertos tipos de alucinaciones auditivas (es decir, dos o más voces que conversan entre sí o voces que mantienen un comentario continuo sobre los pensamientos o el comportamiento de la persona) se han considerado particularmente característicos de la Esquizofrenia.

Este artículo invitado apareció originalmente en PsychCentral.com: ¿Cuál es la diferencia entre un delirio y una alucinación? by American Psychiatric Association.