Al entrar en el cálido y acogedor vestíbulo se adentrará en la historia de tiempos pasados….

Situado en la calle principal de Highlands, en el corazón de las hermosas montañas Blue Ridge, este histórico hotel de 31 habitaciones, conocido localmente como la joya de la corona de Highlands, ofrece a nuestros huéspedes la amable hospitalidad sureña de las montañas de antaño en medio de las comodidades cotidianas para el viajero moderno. Al entrar en el cálido y acogedor vestíbulo, se adentrará en la historia de tiempos pasados. Una época en la que Highlands empezó a adquirir su reputación de complejo turístico de lujo, de la que Highlands Inn formaba parte. Cada temporada, los carros tirados por caballos de los sureños adinerados, en su mayoría procedentes de las tierras bajas de la costa, recorrían los 4180′ de altitud a través del Blue Ridge hasta Highlands para escapar del calor del verano.

El primer hotel de Highland

La posada ha mantenido su personalidad exterior e interior durante los últimos 130 años. La zona del Rock Garden y las habitaciones se añadieron al hotel en la década de 1970 y las renovaciones de la posada tuvieron lugar en 1989. Durante la renovación, la decoración de la posada fue investigada y restaurada de manera campestre. Los huéspedes aprecian el mobiliario antiguo, las pinturas coloniales, los revestimientos de las paredes y el estarcido de los maestros. Durante el invierno de 2006, la Sala Sequoya se renovó por completo para darle un aspecto que recuerda a un salón victoriano de finales de 1800. La nueva sala Sequoya, con suelos de madera oscura y dos chimeneas para calentar el cuerpo y el alma, es perfecta para cenas de ensayo, banquetes de boda, cenas de gala y reuniones de negocios. Highlands Inn, abierto entre los meses de abril y noviembre, es el lugar perfecto para unas vacaciones, una escapada de fin de semana o una función de grupo. Nuestros huéspedes disfrutan explorando los infinitos rincones y entreteniendo a sus invitados en la sala de billar, el jardín de rocas o la terraza de la azotea. El jardín de rocas es el escenario perfecto para su pequeña e íntima ceremonia de boda al aire libre. La posada está inscrita en el Registro Nacional de Lugares Históricos desde 1991. Una estancia en este histórico hotel ofrece a nuestros huéspedes una visión y experiencia de días pasados.