Absorción de Vitaminas

Absorción de Vitaminas

Las vitaminas son moléculas orgánicas necesarias para el metabolismo normal de los animales, pero o bien no se sintetizan en el organismo o se sintetizan en cantidades inadecuadas y deben obtenerse de la dieta. Esencialmente, toda la absorción de vitaminas se produce en el intestino delgado.

La absorción de vitaminas en el intestino es fundamental para evitar estados carenciales, y el deterioro de la absorción intestinal de vitaminas puede ser el resultado de una serie de factores, como la enfermedad intestinal, los trastornos genéticos en las moléculas de transporte, el consumo excesivo de alcohol y las interacciones con fármacos.

Absorción de vitaminas hidrosolubles

La mayoría de las vitaminas hidrosolubles están disponibles para su absorción intestinal a partir de dos fuentes: 1) la dieta, y 2) la síntesis por los microbios del intestino grueso o, en el caso de los rumiantes, del rumen. Estas vitaminas de doble origen incluyen la biotina, el ácido fólico, el ácido pantoténico, la riboflavina y la tiamina. El ácido ascórbico puede ser sintetizado por muchos animales, pero no por los primates o los conejillos de indias, en los que es una vitamina verdadera y debe obtenerse de fuentes dietéticas. La niacina también es un poco diferente: puede sintetizarse dentro del organismo a partir del triptófano, pero también se absorbe en el intestino a partir de fuentes dietéticas.

Las vitaminas hidrosolubles de origen dietético se absorben predominantemente en el intestino delgado, mientras que las sintetizadas por los microbios en el intestino grueso se absorben allí. Para la mayoría de estas vitaminas se han identificado sistemas de transporte específicos mediados por transportadores que permiten la captación desde el lumen intestinal hacia el enterocito y la exportación desde la superficie basal del mismo. Algunos de estos transportadores son dependientes del sodio, mientras que otros no lo son.

Absorción de vitaminas liposolubles

Las vitaminas liposolubles A, D, E y K se absorben desde la luz intestinal mediante los mismos mecanismos utilizados para la absorción de otros lípidos. En resumen, se incorporan a micelas mixtas con otros lípidos y ácidos biliares en el lumen del intestino delgado y entran en el enterocito en gran medida por difusión. Dentro del enterocito, se incorporan a los quilomicrones y se exportan por exocitosis a la linfa.