6 cosas que quizá no sepas sobre la Revolución Mexicana
On enero 20, 2022 by admin1. La Revolución Mexicana depuso al presidente más longevo del país.
Porfirio Díaz se dio a conocer en la Batalla de Puebla de 1862. En un acontecimiento que se celebra cada Cinco de Mayo, ayudó al escaso ejército mexicano a derrotar a las tropas francesas invasoras. Después, tras intentar y fracasar en su intento de ser elegido presidente democráticamente, Díaz se hizo con el poder en un golpe de estado en 1876. Salvo una pausa de cuatro años, en la que un socio de confianza ejerció de presidente, Díaz dirigiría México hasta 1911. Bajo su reinado, el capital extranjero inundó el país y se produjeron amplias modernizaciones de las infraestructuras. Pero la tierra y el poder se concentraban en manos de la élite, y las elecciones eran una farsa. Tras una recesión económica en 1907, incluso algunos ciudadanos de clase media y alta empezaron a volverse contra él. El defensor de la democracia Francisco Madero, que procedía de una rica familia de terratenientes e industriales, decidió desafiar a Díaz en la carrera presidencial de 1910. Sin embargo, Díaz lo encarceló cuando se hizo evidente que estaba ganando terreno. Al ser liberado, Madero huyó a Texas, donde hizo un llamamiento a los mexicanos para que se levantaran contra su gobierno el 20 de noviembre de 1910. A pesar de empezar lentamente, los revolucionarios no tardaron en ganar terreno en el estado norteño de Chihuahua y en otros lugares. Para mayo de 1911, Díaz había dimitido y se había ido a Francia en el exilio.
2. Un nuevo hombre fuerte mexicano no tardó en tomar el relevo.
Madero se convirtió en presidente en noviembre de 1911, pero los combates continuaron en amplios sectores del país, incluido el sur, donde el ejército de campesinos de Emiliano Zapata se apoderó de tierras que supuestamente habían sido robadas por los ricos hacendados. Mientras tanto, en febrero de 1913, algunos líderes contrarrevolucionarios se escaparon de la prisión en la Ciudad de México y marcharon hacia el Palacio Nacional con sus tropas. Durante los 10 días siguientes, los duros combates en el centro de la ciudad produjeron miles de víctimas civiles. Madero había encargado al general Victoriano Huerta que sofocara el levantamiento, pero Huerta acabó cambiando de bando y arrestando a Madero. Luego mandó ejecutar a Madero y se apoderó él mismo de la presidencia.
3. Las fuerzas contrarias a Huerta acabaron luchando entre sí.
Huerta demostró ser un autoritario aún más feroz que Díaz, y a día de hoy sigue siendo uno de los villanos más despreciados de México. Como presidente, siguió utilizando el asesinato político como herramienta, y reclutó por la fuerza a los pobres en su reforzado ejército federal. Para derrocarlo, Zapata y otros líderes revolucionarios, como Francisco «Pancho» Villa, Venustiano Carranza y Álvaro Obregón, se unieron. Pero como estos hombres procedían de distintas partes del país y tenían opiniones políticas dispares, se enfrentaron entre sí poco después de forzar la salida de Huerta en julio de 1914. Villa y Zapata ocuparon brevemente la Ciudad de México, mientras que Carranza -que por ahora se había aliado con Obregón- se dirigió a la ciudad portuaria de Veracruz. Aunque al principio Villa y Zapata parecían tener la ventaja, las tornas cambiaron en 1915 cuando Obregón ganó una serie de batallas contra Villa con la ayuda de trincheras, alambre de espino y otras tácticas defensivas de la época de la Primera Guerra Mundial. Carranza fue elegido presidente en 1917, el mismo año en que una nueva constitución formalizó muchas de las reformas solicitadas por los grupos rebeldes. Los trabajadores urbanos recibieron una jornada laboral de ocho horas, un salario mínimo y el derecho a la huelga, mientras que los campesinos obtuvieron mecanismos para la redistribución de la tierra y la limitación del tamaño de las propiedades. Otra disposición restringía la inversión extranjera. Aun así, la lucha armada no estalló hasta al menos tres años después.
4. Estados Unidos intervino en numerosas ocasiones en el conflicto.
Henry Lane Wilson, embajador de Estados Unidos en México durante la administración de William Howard Taft, llegó a creer que la revolución perjudicaba los intereses comerciales estadounidenses. Convencido erróneamente de que Huerta sería una influencia estabilizadora, Wilson facilitó personalmente la traición del general a Madero y su ascenso al poder en febrero de 1913. Pero cuando el presidente Woodrow Wilson asumió el cargo al mes siguiente, destituyó a Wilson y comenzó a respaldar materialmente a los opositores de Huerta. Incluso ordenó el bloqueo de Veracruz para impedir que las armas europeas llegaran a Huerta. Cuando las tropas estadounidenses desembarcaron allí en abril de 1914, unos 90 murieron o resultaron heridos en una lluvia de disparos. Los buques de guerra estadounidenses respondieron bombardeando la ciudad con proyectiles, con lo que el número de bajas mexicanas se elevó a cientos. La retirada total de Veracruz se produjo en noviembre. Sin embargo, en marzo de 1916, los soldados estadounidenses volvieron a entrar en México como parte de la llamada «expedición punitiva». Esta vez, el objetivo era capturar o matar a Villa, quien, molesto por el apoyo del presidente Wilson a Carranza, había lanzado una incursión transfronteriza por sorpresa en Columbus, Nuevo México. El general John J. Pershing y más de 10.000 hombres, entre ellos Dwight D. Eisenhower y George S. Patton, lo buscaron durante casi un año. Pero aunque se vieron envueltos en varios tiroteos, nunca consiguieron atrapar al famoso bandido.
5. A la Revolución Mexicana le siguieron décadas de gobierno unipartidista.
Muchos historiadores creen que la Revolución Mexicana terminó cuando Obregón asumió la presidencia en diciembre de 1920, mientras que otros dicen que duró hasta 1940 o más tarde. Parte de esta confusión se debe a los continuos levantamientos periódicos, incluida la llamada rebelión cristera de 1926 a 1929, que enfrentó al gobierno anticlerical del presidente Plutarco Elías Calles con los rebeldes católicos. Calles, apodado el «Jefe Máximo», controló una serie de gobiernos títeres tras la finalización de su mandato en 1928. Con el fin de reunir a los grupos divergentes bajo un aparato de poder centralizado, fundó el Partido Nacional Revolucionario, más tarde conocido como Partido Revolucionario Institucional, o PRI. El PRI gobernó México hasta el año 2000. A pesar de su reputación anterior de fraude electoral, autoritarismo y corrupción, sigue siendo una fuerza política importante. De hecho, después de 12 años en la oposición, un PRI reconstituido volverá a gobernar el 1 de diciembre cuando el presidente electo Enrique Peña Nieto tome posesión de su cargo.
6. Casi todos los principales líderes revolucionarios fueron asesinados.
Madero, Zapata, Carranza, Villa y Obregón -sin duda las cinco figuras más importantes de la Revolución Mexicana- acabaron todos a manos de asesinos. Madero fue asesinado por la traición de Huerta en 1913, mientras que Zapata fue víctima de una emboscada en abril de 1919 cuando intentaba hacer desertar a un coronel del ejército. Su cuerpo fue expuesto públicamente para que todos lo vieran. Menos de un año después, Carranza fue fusilado por algunos de sus antiguos guardaespaldas cuando huía hacia Veracruz con un tren lleno del tesoro nacional. Villa, por su parte, había aceptado deponer las armas en julio de 1920. Pero después de tres años de trabajar sus tierras, fue asesinado como parte de una conspiración del gobierno. Obregón, el último de los cinco en irse, fue abatido por la bala de un rebelde cristero en 1928.
Deja una respuesta