5 Señales de que su cónyuge es un acosador

Típicamente pensamos que los acosadores son principalmente conocidos de la escuela o del lugar de trabajo, o completos extraños que se excitan acosando a otros. Es menos probable que pensemos que nuestros seres queridos podrían ser acosadores, pero el comportamiento de acoso puede ocurrir en las relaciones cercanas.

Un número de hombres y mujeres que han leído mis posts anteriores sobre el acoso han mencionado que han sido, o están siendo, acosados por sus cónyuges. ¿Cómo se puede saber si un cónyuge ha cruzado esa línea y se ha convertido en el acosador de su vida?

1. Insultos. Un comportamiento habitual de acoso es el de los insultos. A menudo son simplemente nombres negativos (por ejemplo, profanos, como «imbécil» «perra/bastardo» o algo peor), pero a menudo pueden tomar la forma de etiquetas denigrantes (es decir, «debilucho», «idiota», etc.).

2. Burlas. Cuando usted intenta enfrentarse a los ataques verbales (o físicos) de su cónyuge (o pareja), el acosador se burla de usted, tanto para menospreciarlo como para controlarlo (por ejemplo, «¿Qué vas a hacer al respecto?» «Adelante, llama a la policía, se pondrán de mi parte»).

3. Agresión verbal y física. Además de los insultos, un acosador puede lanzar diatribas verbales y puede volverse agresivo físicamente (o sexualmente). Obviamente, los ataques agresivos son graves y a menudo son los desencadenantes para buscar ayuda o salir de la relación. Una amiga dejó a su marido acosador cuando le amenazó con un cuchillo: «A menudo abusivo verbalmente, sólo había recurrido a la violencia física en contadas ocasiones, pero cuando utilizó un arma, eso cruzó la línea, y me fui de allí».

4. Comportamiento controlador. Controlar en exceso y no permitir que el cónyuge tenga ninguna libertad o autonomía es un signo de acoso. Criticar y menospreciar constantemente («¿No puedes hacer nada bien?» «¡Lo estás haciendo mal!» «Deja que te enseñe cómo hacerlo bien») están diseñados para hacer que el cónyuge se sienta pequeño y enfatizar la superioridad imaginada del acosador.

5. Menospreciar delante de los demás. Menospreciar públicamente a un cónyuge o a una persona importante es otra conducta de acoso. («Deja que te diga lo estúpido que es…»). Otra forma en la que el acosador domina es compartiendo los secretos del cónyuge con los demás de forma negativa («Realmente quiere ser la gerente en el trabajo, ¿te lo imaginas?» «Se cree el mejor amante del mundo, pero créeme, ni siquiera es adecuado»).

Hay muchas motivaciones para el acoso. Muchos acosadores encubren sus propios sentimientos de inadecuación y baja autoestima menospreciando a los demás. Algunos acosadores son egocéntricos y narcisistas, y no les importa el impacto de su comportamiento en los demás. Algunos acosadores conyugales fueron ellos mismos objeto de acoso, o pueden ser acosados en el trabajo y llevarlo a casa.

¿Qué hacer? En primer lugar, es importante buscar ayuda. Busque asesoramiento para tener un sistema de apoyo. Enfrentarse al acosador puede ser arriesgado y puede llevar a un aumento de la conducta de acoso, pero es un paso importante.

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