5 Estudios sobre las grasas saturadas – ¿Es hora de retirar el mito?
On enero 3, 2022 by adminDesde la década de 1950, la gente ha creído que las grasas saturadas son malas para la salud humana.
Esto se basó originalmente en estudios de observación que mostraban que las personas que consumían muchas grasas saturadas tenían mayores tasas de mortalidad por enfermedades del corazón.
La hipótesis de la dieta-corazón afirma que las grasas saturadas aumentan el colesterol LDL (malo) en la sangre, que luego supuestamente se aloja en las arterias y causa enfermedades del corazón.
Aunque esta hipótesis nunca se ha demostrado, la mayoría de las directrices dietéticas oficiales se basan en ella (1).
Aunque la cuestión sigue siendo objeto de debate, numerosos estudios recientes no han encontrado ninguna relación entre el consumo de grasas saturadas y las enfermedades cardíacas.
Este artículo revisa 5 de los estudios más amplios, completos y recientes sobre esta cuestión.
Hooper L, et al. Reduction in saturated fat intake for cardiovascular disease. Revisión sistemática de la base de datos Cochrane, 2015.
Detalles: Esta revisión sistemática y meta-análisis de ensayos controlados aleatorios fue realizada por la colaboración Cochrane – una organización independiente de científicos.
Esta revisión incluye 15 ensayos controlados aleatorios con más de 59.000 participantes.
Cada uno de estos estudios contaba con un grupo de control, redujo las grasas saturadas o las sustituyó por otros tipos de grasas, duró al menos 24 meses y analizó criterios de valoración duros, como los infartos o la muerte.
Resultados: El estudio no encontró efectos estadísticamente significativos de la reducción de las grasas saturadas con respecto a los ataques cardíacos, los accidentes cerebrovasculares o las muertes por todas las causas.
Aunque la reducción de las grasas saturadas no tuvo efectos, la sustitución de algunas de ellas por grasas poliinsaturadas condujo a un riesgo un 27% menor de eventos cardiovasculares (pero no de muerte, ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares).
Conclusión: Las personas que redujeron su consumo de grasas saturadas tenían la misma probabilidad de morir o de sufrir ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, en comparación con las que comían más grasas saturadas.
Sin embargo, la sustitución parcial de las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas puede reducir el riesgo de eventos cardiovasculares (pero no de muerte, ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares).
Estos resultados son similares a los de una revisión Cochrane anterior realizada en 2011 (2).
De Souza RJ, et al. Intake of saturated and trans unsaturated fatty acids and risk of all-cause mortality, cardiovascular disease, and type 2 diabetes: Revisión sistemática y meta-análisis de estudios observacionales. BMJ, 2015.
Detalles: Esta revisión sistemática y observacional de estudios analizó la asociación de las grasas saturadas y las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes tipo 2 y la muerte por enfermedad cardiovascular.
Los datos incluyeron 73 estudios, con 90.500-339.000 participantes para cada criterio de valoración.
Resultados: La ingesta de grasas saturadas no se relacionó con las enfermedades cardíacas, los accidentes cerebrovasculares, la diabetes de tipo 2 o la muerte por cualquier causa.
Conclusión: Las personas que consumían más grasas saturadas no eran más propensas a sufrir enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo 2 o a morir por cualquier causa, en comparación con las que comían menos grasas saturadas.
Sin embargo, los resultados de los estudios individuales eran muy diversos, por lo que es difícil extraer una conclusión exacta de ellos.
Los investigadores calificaron la certeza de la asociación como «baja», haciendo hincapié en la necesidad de más estudios de alta calidad sobre el tema.
Siri-Tarino PW, et al. Meta-analysis of prospective cohort studies evaluating the association of saturated fat with cardiovascular disease. American Journal of Clinical Nutrition, 2010.
Detalles: Esta revisión examinó las pruebas de los estudios observacionales sobre la relación entre la grasa saturada en la dieta y el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
Los estudios incluyeron un total de 347.747 participantes, que fueron seguidos durante 5-23 años.
Resultados: Durante el seguimiento, alrededor del 3% de los participantes (11.006 personas) desarrollaron una enfermedad cardíaca o un accidente cerebrovascular.
La ingesta de grasas saturadas no se relacionó con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, ni siquiera entre los de mayor consumo.
Conclusión: Este estudio no encontró ninguna asociación entre la ingesta de grasas saturadas y la enfermedad cardiovascular.
Chowdhury R, et al. Association of dietary, circulating, and supplement fatty acids with coronary risk: Una revisión sistemática y meta-análisis. Annals of Internal Medicine Journal, 2014.
Detalles: Esta revisión analizó los estudios de cohortes y los ensayos controlados aleatorios sobre la relación entre los ácidos grasos de la dieta y el riesgo de enfermedad cardíaca o muerte súbita.
El estudio incluyó 49 estudios observacionales con más de 550.000 participantes, así como 27 ensayos controlados aleatorios con más de 100.000 participantes.
Resultados: El estudio no encontró ninguna relación entre el consumo de grasas saturadas y el riesgo de enfermedad cardíaca o muerte.
Conclusión: Las personas con una mayor ingesta de grasas saturadas no tenían un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas o muerte súbita.
Además, los investigadores no encontraron ningún beneficio en el consumo de grasas poliinsaturadas en lugar de grasas saturadas. Los ácidos grasos omega-3 de cadena larga fueron una excepción, ya que tuvieron efectos protectores.
Schwab U, et al. Effect of the amount and type of dietary fat on risk factors for cardiometabolic risk factors, and risk of developing type 2 diabetes, cardiovascular diseases, and cancer: Una revisión sistemática. Food and Nutrition Research, 2014.
Detalles: Esta revisión sistemática evaluó los efectos de la cantidad y el tipo de grasa dietética sobre el peso corporal y el riesgo de diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Los participantes incluyeron tanto a personas sanas como a aquellas con factores de riesgo. Esta revisión incluyó 607 estudios, entre ellos ensayos controlados aleatorios, estudios de cohortes prospectivos y estudios de casos y controles anidados.
Resultados: El consumo de grasas saturadas no se relacionó con un mayor riesgo de enfermedades cardíacas ni con un mayor riesgo de diabetes de tipo 2.
Los investigadores descubrieron que la sustitución parcial de las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas o monoinsaturadas puede reducir las concentraciones de colesterol LDL (malo).
También puede disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, especialmente en los hombres.
Sin embargo, sustituir las grasas saturadas por carbohidratos refinados puede aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Conclusión: El consumo de grasas saturadas no aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas ni de diabetes de tipo 2. Sin embargo, sustituir parcialmente la grasa saturada por grasa poliinsaturada puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, especialmente en los hombres.
Conclusiones clave
- Reducir la ingesta de grasa saturada no tiene ningún efecto sobre el riesgo de enfermedad cardíaca o muerte.
- Sustituir las grasas saturadas por carbohidratos refinados parece aumentar el riesgo de enfermedad cardíaca.
- Sustituir las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas puede reducir el riesgo de eventos cardiovasculares, pero los resultados para los ataques cardíacos, los accidentes cerebrovasculares y la muerte son contradictorios.
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