11 formas de motivarse para ir al gimnasio
On noviembre 4, 2021 by adminSer activo tiene muchos beneficios, desde la salud del corazón hasta la calidad del sueño y la función cerebral, pero saber que es bueno para ti no siempre significa que sea fácil ir al gimnasio. Si tiene problemas para seguir una rutina de ejercicios, eche un vistazo a algunos métodos probados para levantarse del sofá y empezar a sudar.
1. Vístete para hacer ejercicio, aunque no te sientas con fuerzas.
En muchos sentidos, ponerse una sudadera o unos pantalones de yoga es incluso más importante que salir por la puerta para ir al gimnasio. La investigación ha sugerido que nuestros cerebros son susceptibles de «cognición encubierta», una forma técnica de decir que vestirse para el papel puede ayudar a alimentar su ambición para completar una tarea elegida. Si te pones toda la ropa de entrenamiento, es mucho más probable que salgas por la puerta.
2. COMPROMÉTETE CON UN AMIGO.
Puede ser útil tener un compañero de responsabilidad, así que haz planes para hacer un entrenamiento conjunto con un amigo. Sentir que otra persona cuenta con tu asistencia hará que sea menos probable que te saltes la sesión. Y lo que es mejor, ver a su amigo correr una distancia más larga o levantar pesos más pesados también puede motivarle a esforzarse, y pueden compartir consejos y celebrar el progreso del otro.
3. HAGA UN PLAN.
Si sólo quiere estar activo, no hay nada malo en ir a un gimnasio e invertir tiempo en cualquier equipo o actividad que le llame la atención. Pero el inconveniente de esas visitas sin rumbo es que al saltártelas no sientes que estás impidiendo el progreso hacia un objetivo. Después de un período de rodaje, es mejor imaginar una línea de meta -perder peso, aumentar la resistencia, añadir músculo, o una mezcla de cada uno- y centrar su energía en trabajar hacia ella.
4. IR TEMPRANO.
Al levantarse temprano por la mañana y dirigirse al gimnasio antes de empezar el día, ha evitado con éxito las ocho o diez horas que sería capaz de convencerse de no ir. Hacer ejercicio puede ser energizante, por lo que es una rutina matutina ideal, pero si esperas, podrías sentirte demasiado cansado para ir. Salir de la cama puede ser difícil las primeras mañanas, pero una vez que haya establecido un ritmo, se alegrará de haberlo hecho.
5. CAMBIE SU RUTINA.
Aunque sea un animal de costumbres, repetir los mismos ejercicios una y otra vez puede resultar monótono. Para evitar el aburrimiento, pruebe a cambiar el orden de los ejercicios o a sustituirlos por otros alternativos, por ejemplo, un press de banca inclinado en lugar de uno plano. Al cambiar las cosas, mantendrá tanto su cuerpo como su mente involucrados en la actividad. (Y siempre puede volver a su rutina habitual más tarde.)
6. VISUALICE EL ÉXITO.
La visualización es una herramienta atlética que se ha utilizado durante décadas. Cerrando los ojos e imaginando cómo se vería y sentiría al lograr una meta o completar un ejercicio, podemos prepararnos física y psicológicamente para la tarea en cuestión. Si se está demorando o está considerando saltarse un entrenamiento, intente sentarse durante unos minutos para visualizar cómo se sentiría si fuera al gimnasio y cómo le acercaría un paso más a su objetivo.
7. NO SE APROPIE DE LOS OBJETIVOS.
Tener objetivos, aunque sean elevados, es clave para cualquier cosa que quiera conseguir en la vida. Pero si decide que quiere tener las proporciones de una modelo de fitness para agosto o pasar de un 5K a un tiempo de maratón de tres horas, puede estar preparándose para la decepción. Asegúrate de que el listón es alcanzable -incluso si significa apuntar a sólo 15 minutos en bicicleta- para no sentirte abrumado. No se olvide de celebrar los pequeños hitos en el camino.
8. ELIMINE LOS OBSTÁCULOS.
Tal vez haya algo que le impida ir al gimnasio. ¿La cafetera no funciona, privándole de la crucial inyección de cafeína que le gusta antes de entrenar? ¿No te gusta la ubicación de tu gimnasio o sus instructores de clases de fitness? No esperes a poder utilizar los obstáculos para excusar una sesión perdida. Tome medidas para resolver el problema para tener un camino claro y sin obstáculos hacia sus objetivos.
9. CONSIDERE UN ENTRENADOR.
Los instructores de fitness certificados aumentan el coste de su entrenamiento, pero también pueden añadir mucho valor tangible. Un experto puede diseñar un programa basado en sus objetivos, enseñarle a utilizar el equipo y darle consejos sobre nutrición. Es posible que no necesite su ayuda durante mucho tiempo, pero tenerlo presente mientras empieza podría obligarle a seguir con él.
10. REGISTRE SUS EJERCICIOS.
Al registrar las distancias, los pesos y otros hitos objetivos en su viaje de acondicionamiento físico, podrá ver el progreso en papel. Ese registro puede ser muy útil cuando te sientas sin ánimos o aletargado. Por ejemplo, si hace referencia a una época en la que sólo podía correr media milla, puede motivarle a seguir adelante porque ahora está acostumbrado a correr dos o tres.
11. TÓMATE EL TIEMPO PARA RECUPERARTE.
Puede que sientas que ir al gimnasio todos los días no deja lugar a la pereza. Con el tiempo, descubrirás que el deseo de tu cuerpo de descansar se impondrá a tu voluntad de hierro, y puede que te encuentres pasando días o semanas sin sudar. Es mejor prever un tiempo de recuperación, ya sea sin hacer nada o reduciendo temporalmente el nivel de actividad. Así evitarás estar demasiado cansado para afrontar la siguiente sesión.
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